Es necesario
primero conocer en que consiste la epilepsia y las convulsiones para poder
entender el funcionamiento de los fármacos que se usan para su tratamiento, se
puede de forma general decir que la epilepsia es un trastorno neurológico
provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna
zona del cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de convulsiones o
movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. A esto se le llama ataque
epiléptico.
Para
considerar epiléptico a alguien, los ataques deben repetirse con cierta
frecuencia (ataques recurrentes). La epilepsia tiene su origen en unos cambios
breves y repentinos del funcionamiento del cerebro; por esta razón, se trata de
una afección neurológica.
Las
epilepsias son trastornos comunes y frecuentemente devastadores, que afectan a
cerca de 2.5 millones de personas sólo en Estados Unidos. Se han identificado
más de 40 formas distintas de epilepsia. A menudo las convulsiones causan un
deterioro transitorio de la conciencia, provocan riesgos a la integridad física
del individuo, y suelen afectar el acceso a la educación y el empleo. La
terapia actual es sintomática: los ASD disponibles inhiben las convulsiones; no
hay profilaxis ni cura efectiva disponible. La adherencia a los regímenes de
tratamiento prescritos es un problema importante, debido a la necesidad de
terapias a largo plazo y a los efectos no deseados de muchos de los fármacos
empleados.
Los
mecanismos de acción de los ASD se agrupan en las siguientes categorías
principales:
1.
Modulación de los canales de cationes (Na+, K+, Ca2+). Esto puede incluir la
prolongación del estado inactivado de los canales de Na+ regulados por voltaje,
la modulación positiva de los canales de K+ y la inhibición de los canales de
Ca2+.
2.
Mejora de la neurotransmisión de GABA a través de acciones sobre los receptores
de GABAA, la modulación del metabolismo de GABA y la inhibición de la receptación
de GABA en la terminal sináptica.
3. Modulación
de la liberación sináptica a través de acciones sobre la proteína vesicular
sináptica SV2A, o canales Ca2+ que contienen la subunidad α2δ.
4.
Disminución de la excitación sináptica mediada por receptores ionotrópicos de
glutamato (p. ej., receptores AMPA).
Más
allá de estas amplias clasificaciones, muchos ASD actúan a través de mecanismos
distintos del modo de acción primario conocido. Además, los ASD con categorías
de mecanismos similares pueden tener usos clínicos dispares.
Necesario
es entonces conocer a que se refieren las convulsiones: El término convulsión
se refiere a una alteración transitoria de la conducta debida a la activación
rítmica, sincrónica y desordenada de poblaciones de neuronas cerebrales. El
término epilepsia se refiere a un trastorno de la función cerebral caracterizado
por la ocurrencia periódica e impredecible de convulsiones. Las convulsiones pueden
ser provocadas (es decir, por agentes químicos o estimulación eléctrica) o no
provocadas; la condición de epilepsia denota la aparición de convulsiones
espontáneas no provocadas. Aunque los agentes en uso clínico actual inhiben las
convulsiones, no hay certeza sobre si alguno de ellos previene el desarrollo de
la epilepsia epileptogénesis.
Actualmente,
las convulsiones generalizadas con participación del sistema motor se distinguen
de aquellas que carecen de implicación motora, por ejemplo, ausencia típica y
atípica, mioclónica del párpado. El tipo de convulsión es uno de los factores
determinantes para la selección del medicamento a emplear en la terapia. En la tabla
siguiente se presenta información detallada sobre las clasificaciones de
las convulsiones. Además de esta clasificación de las convulsiones, una
categorización adicional especifica síndromes de epilepsia que se refieren a un
conjunto de síntomas que se presentan con frecuencia e incluyen tipos de
ataques, etiología, edad de inicio y otros factores. Se han identificado más de
50 síndromes distintos de epilepsia, y se han categorizado como epilepsias
focales versus generalizadas.
Se presentan
a continuación dos videos que permiten comprender de forma mas didáctica la temática
en cuestión, el primero habla sobre la epilepsia en si misma y el segundo sobre
los fármacos para su tratamiento paliativo.
segunda parte tratamientos
Como
se ha visto en los videos explicativos anteriores existe una amplia variedad de
medicamentos utilizados para tratar esta patología, y la elección del fármaco idea
depende de muchos factores entre ellos: la probable causa de la patología, lo
ideal en estos casos es determinar si existe alguna lesión cerebral que pueda ser
la causa. Es importante considerar si en verdad es necesario iniciar un tratamiento,
puesto que si el ataque ha sido un hecho aislado, y en una persona joven de
pocos o nulos antecedentes familiares, teniendo en cuenta los muchos efectos
adversos de la mayoría de estos fármacos quizá lo ideal seria no iniciar el
tratamiento de forma inmediata, y hace una valoración sincera sobre los costos
beneficios de empezarlo. También es importante tener en cuenta el factor genético,
herencia génica, antecedentes de enfermedades de la misma índole, en parientes cercanos
o antepasados, pues esto puede ser un factor determinantes para la implementación
o no del tratamiento. Otro detalle a tener en cuenta es que lo ideal al iniciar
un tratamiento de esta índole es usar de preferencia un fármaco únicamente un mono
tratamiento, por el hecho que la combinación de mas de un fármaco puede
incrementar de forma evidente los efectos adversos de los mismos; si en dado
caso la utilización de un solo tratamiento, no esta brindando la eficacia deseada puede
administrarse un segundo fármaco teniendo en cuenta todas las consideraciones
de potenciales efectos adversos de si mismos como en combinación, es necesario informar
al paciente sobre los efectos que ellos ocasionaran, y buscar con El la forma
de crear un plan para su correcta ingesta y evitar los peores efectos adversos,
en algunos momentos específicos de la vida cotidiana, por ejemplo el sueño excesivo
en horas laborales etc. Además claro de
los efectos específicos que pueden tener sobre niños, adolecentes, personas de
la tercera edad, y mujeres embarazadas, puesto que algunos son potenciales teratógenos,
aun queda muchísimo por conocer tanto sobre la patología como sobre el tratamiento,
pero la ciencia moderna avanza a pasos gigantes y cada día se dan nuevos
descubrimientos, que con ayuda de Dios permitirán a muchas personas tener una
mejor calidad de vida y porque no una mayor esperanza en la misma.
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